Fiebre: síntomas de gripe y resfriado
¿Tienes esa sensación de encontrarte mal y notar como te entran escalofríos y sudores? Es muy probable que tengas fiebre.
La fiebre llega sin avisar y suele aparecer entre 3 y 6 horas tras haber sufrido una infección. ES uno de los síntomas más habituales de los procesos de gripe y no viene solo, suele asociarse con otros síntomas como el malestar general que provoca el dolor corporal o de cabeza.
La fiebre es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo. La fiebre activa el sistema inmunitario para producir las células y sustancias que se encargan de protegernos frente a las infecciones: los distintos tipos de glóbulos blancos, los anticuerpos y otros elementos de defensa de nuestro organismo. Por eso, la fiebre suele ser signo de una infección, que puede ser por bacterias o por virus, como en el caso de la gripe. Aunque el resfriado también es una infección vírica, no suele ir acompañada de fiebre.
Definir el baremo de cuándo tenemos fiebre alta o no, es relativo y depende de cada persona. Como normal general, se considera febrícula la temperatura corporal que se encuentra entre ellos 37º y 38º, por encima de 38º, ya lo consideraríamos como fiebre. Si llegásemos a superar los 40º, debemos acudir a nuestro médico o a urgencias ya que puede conllevar consecuencias graves para nuestra salud.
La buena noticia es que existen tratamientos para la fiebre, a estos medicamentos se les llama antipiréticos, o medicamentos antitérmicos. Estos como indica su nombre, sirven para poder ayudarnos a controlar la temperatura, aunque lo hacen solamente de manera sintomática. En el caso de la gripe, es suficiente con que los antipiréticos se acompañen de otros activos sintomáticos ya que el mismo cuerpo combatirá, gracias al sistema inmune, esta infección por sí mismo. Si le ofrecemos una pequeña ayuda, como la que proporciona Propalgina® Plus para aliviar los síntomas de la gripe y el resfriado, ayudaremos a nuestro cuerpo a combatir la fiebre y los síntomas asociados a la gripe y el resfriado.